En la barandilla de cierre conseguí plasmar el logotipo de Astondoa, la marca del barco, y darle dos tipos de curva, hacia abajo y hacia afuera ya que el diseño del barco así lo requería, además de tener en cuenta la seguridad ante un resbalón para que nadie se pudiera colar por debajo, sobre todo niños, así es como quedó.

En éste proyecto el cliente quería navegar con los cristales abiertos sin tener que sufrir el viento entrando por las ventanas y además de intimidad en el interior que con los cristales transparentes no tenía, así que decidimos instalar un metacrilato de 10 mm de espesor, con separadores.
Cada metacrilato, uno para cada banda del barco, tiene 3 metros de largo con las formas de la ventana y 8 anclajes separadores cada uno para que la fuerza del viento no los arrancara, consiguiendo ganar mucho en estética.

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